Arte Solidario a favor del comedor social
de la Parroquia de San Diego
Cartagena Ciudad Creativa ha organizado para este mes de Diciembre una exposición de Pintura, «ARTE SOLIDARIO», a favor del Comedor Social de la Parroquia de San Diego.
Se ha elegido colaborar con esta parroquia, por la gran afinidad con su párroco, Joaquín Ferrando «KINI», un sacerdote creativo, que entre sus muchas iniciativas, promovió «Los Viernes de San Diego» que aúna fe y cultura.
Además de la gran labor que lleva a cabo proporcionando alimento a los niños de las familias más desfavorecidas desde el comedor social
La inauguración es el viernes 3 a las 20:00 h., contará con la actuación musical de Marta y Olga Cózar Atiénzar (Clarinete y Violonchelo)
Estáis todos invitados…. Os esperamos!!

Sobre la Parroquia de San Diego
Parroquia de San Diego
La parroquia lleva la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, se trataba de la iglesia del antiguo convento de San Diego que en su día existió en Cartagena.
De hecho, en Cartagena se sigue conociendo como la iglesia de San Diego, pese a que han pasado ya 180 años desde que desapareciera como tal. Según la web de la parroquia, el 16 de noviembre de 1606 un grupo de franciscanos descalzos procedentes de Valencia obtuvieron permiso del rey Felipe III para fundar un convento, el cual fue construido en unos terrenos del entonces arrabal de San José. Los monjes se instalaron en él, todavía sin terminar, en 1609, poniéndolo bajo la advocación de san Diego, aunque las obras no finalizarían hasta 1614.
El convento estaba situado al este del casco urbano de Cartagena, en un lugar estratégico ya que era de paso obligado para los viajeros que accedían a ella por tierra. Conviene recordar las grandes transformaciones sufridas por el entorno de la ciudad en fechas reciente, a raíz de la construcción del Arsenal Militar durante el reinado de Carlos III y la posterior desecación de la laguna del Almarjal que la limitaba por el norte: a principios del siglo XVII Cartagena se asentaba sobre una península bordeada al sur por el puerto, al norte por la laguna del Almarjal y al oeste por el mar de Mandarache -actual Arsenal- y por un canal que comunicaba a éste con el Almarjal. En otras palabras, su única comunicación con el inmediato Campo de Cartagena pasaba por delante del convento y aún hoy la calle de San Diego sigue siendo paso obligado desde las tres estaciones con las que cuenta Cartagena -la de Renfe, la del ferrocarril de vía estrecha que la enlaza con el Mar Menor y con la antigua población minera de La Unión, y la de autobuses- hasta el centro de la ciudad.
En el momento de su fundación el convento se encontraba extramuros, pero durante los reinados de Carlos II y Felipe V las murallas comenzaron a ser ampliadas dentro de un ambicioso proyecto proceso de fortificación que concluyó en tiempos de Carlos III, de forma que el arrabal de San José -y por lo tanto también el convento- aparece ya incluido en el interior del nuevo recinto en un plano de 1721.
Gracias a las donaciones el convento logró acumular un importante patrimonio artístico, y en 1755 se le añadió una capilla de gran tamaño en el lado del Evangelio, la cual fue entregada a la cofradía de los terciarios franciscanos. En 1835 fue víctima de la Desamortización de Mendizábal. Exclaustrados los monjes y vacío el edificio, en 1841 pasó a ser propiedad municipal, que ubicó en él la Casa de la Misericordia, una institución benéfica dedicada al cuidado de niños desamparados. Cabe suponer que en un principio se aprovechara el edificio del antiguo convento, pero entre 1923 y 1929 éste fue sustituido por un edificio de nueva construcción diseñado en estilo modernista por el arquitecto Víctor Beltrí. Esta institución, que posteriormente cambió su nombre por el de Hogar Escuela La Milagrosa, cerró sus puertas en 2006, siendo ocupado el edificio por dependencias de la Universidad Politécnica y del Ayuntamiento de Cartagena.